Adopción de Vera

Vera practica todos los días las mil y una forma de dar cariño: te busca, te llama, te acaricia, todo en ella es ternura.
Es menuda, rubia y muy apacible. A pesar de ser muy jóven ya conoce la miseria y los peligros del abandono, ha pasado muchos meses en un solar, buscando la forma de sobrevivir. Nos preguntamos como un ser tan indefenso ha podido soportar tanta soledad.
Vera tiene un defecto que la hace especial, un trastorno neurológico leve que hace que mueva ligeramente la cabecita cuando busca algo, es una ligera falta de equilibrio que no la impide saltar ni hacer una vida totalmente normal. La pobre se ha adaptado bien a la compañía de los otros gatos del albergue, que la ignoran. Sin embargo es tanta su necesidad de afecto que necesita urgentemente una persona tan especial como ella para poder compartir todo lo maravilloso que esta gata es capaz de ofrecer.
Es la bondad con forma de gato.