Boliche

Es ley de vida que veamos partir a aquellos que ya han agotado sus días, pero no por ello menos doloroso. Boliche nos dejó hoy y aún con las lágrimas aflorando en los ojos tenemos que sentirnos orgullosas de que sus últimos años fueron especiales.
Era uno de nuestros históricos y podía haberse perdido entre la misieria y el fango de "la otra Madrileña" pero supo aguantar y se sintió feliz. PERO QUIEN LE CUIDÓ Y POR QUIEN SOBREVIVIÓ FUE NUESTRA COMPAÑERA LOLA, que asumió que para ella no era un perro más, era UN PERRO ESPECIAL.