Adopción de Felisa

Felisa apareció abandonada en un transportín, en la calle, junto a un contenedor de basura. Unos niños avisaron a una de nuestras voluntarias y fue a por ella. Allí estaba, asustada, habían dejado el transportín a medio abrir, quizás así pensaban que la dejaban a su suerte, que era libre para marcharse, que no la estaban abandonando, como si ella tuviera la opción de elegir. Aunque incluso si existiera esta posibilidad, ella no se hubiera ido, seguro que elegiría quedarse junto aquellos que una vez fueron su familia, porque así de fieles son los animales.
Felisa es una gata preciosa, de pelo largo y color ceniza. Estas instantáneas de móvil dan fe de ello.
Es una gata adorable, pero no lo está pasando bien en el albergue, la adaptación es complicada. No es fácil olvidar que una vez fue la reina de la casa y que ahora tiene que compartir su espacio con otros gatos. No es fácil confiar en seres humanos una vez que te han defraudado. Ojalá alguien se enamore de ella y le haga comprender que no siempre es así.